TIEMPO DE PANTALLA
9 tips de tiempo de pantalla para la vuelta al cole
El regreso a clases no se trata solo de nuevos útiles y horarios frescos. También es el momento de revisar los hábitos digitales nuevamente. Durante el verano, la mayoría de los niños disfrutan de más libertad con las pantallas. Pero a medida que vuelven las rutinas escolares, ayuda establecer expectativas claras para que las tareas, el sueño y el equilibrio no se pierdan detrás de una pantalla.

Por qué las rutinas son importantes
El cambio de las vacaciones a la escuela es rápido. Una semana los niños se quedan despiertos hasta tarde, al siguiente se espera que se levanten temprano y se concentren en clase. Si los hábitos de pantalla se mantienen en "modo verano", las mañanas se alargan, las tareas se extienden y el sueño se ve afectado.
Los niños manejan mejor los cambios cuando la vida diaria se siente estable. Rituales simples - tareas antes de jugar, apagar las pantallas antes de dormir, guardar los dispositivos por la noche - dan a los niños una sensación de estructura. Esa estabilidad hace más fácil ajustarse y conservar energía para las cosas que realmente importan.
El comienzo de un nuevo año escolar es el momento perfecto para restablecer. Aquí hay nueve formas de equilibrar el tiempo de pantalla.
1. Restablecer límites
Una conversación al comienzo del trimestre no es suficiente. Sigue revisando lo que hace tu hijo en línea, lo que está funcionando y lo que podría necesitar ajustarse. Los límites cambian a medida que los niños crecen, y Ohana facilita su actualización.
También vale la pena hablar sobre nuevas herramientas, especialmente la inteligencia artificial. Tal vez esté bien para hacer lluvia de ideas o practicar vocabulario, pero no para escribir ensayos. Y si tu hijo aún no está listo, el Bloqueo Avanzado de Ohana puede bloquear chatbots de IA específicos.
Consejo: Utiliza nuestro Acuerdo Familiar Digital como punto de partida (o revisa el que ya hayas hecho). Escribir las reglas ayuda a que todos recuerden lo acordado.
2. Prioriza las tareas antes del ocio
Los deberes y los teléfonos rara vez se mezclan. Los mensajes y los juegos roban la atención rápidamente. Una regla simple - primero el trabajo escolar, luego las pantallas - les muestra a los niños que las responsabilidades van primero, mientras que la diversión aún tiene su lugar después.
El Modo Estudio de Ohana puede pausar aplicaciones que distraen hasta que se terminen los deberes. También funciona durante las horas escolares: los padres eligen qué aplicaciones están permitidas, mientras que las llamadas siempre están disponibles en caso de emergencias.
3. Fija un toque digital antes de dormir
Las pantallas son uno de los mayores disruptores del sueño. La luz de los teléfonos y tabletas retrasa la señal de sueño del cuerpo, lo que dificulta que los niños se calmen. Establecer una ventana de "sin pantallas" al menos una hora antes de acostarse les da espacio para relajarse.
Con el Horario de Dormir de Ohana, las aplicaciones se bloquean automáticamente por la noche para que los niños puedan desconectarse más fácilmente. Aun así, ayuda mantener los dispositivos fuera de las habitaciones por completo. Cargarlos en la cocina o pasillo elimina la tentación de revisar "solo una cosa más" tarde en la noche o agarrar el teléfono lo primero en la mañana.
4. Pon las apps educativas al frente
Lo que los niños ven cuando desbloquean su teléfono es importante. Mantén las calculadoras, diccionarios y plataformas de tareas en la primera pantalla. Mueve los juegos y aplicaciones sociales a carpetas o a páginas posteriores. Un rápido reordenamiento hace que las herramientas útiles sean más fáciles de alcanzar y las tentaciones menos visibles.
5. Convierte el tiempo de pantalla en aprendizaje
No todo el tiempo frente a la pantalla es tiempo perdido. Una aplicación de idiomas, tarjetas didácticas o una herramienta creativa pueden convertir minutos en línea en algo valioso. Incluso intercambiar diez minutos de desplazamiento por diez minutos de uso con propósito marca la diferencia con el tiempo. El Smart App Check de Ohana muestra de un vistazo qué aplicaciones apoyan el aprendizaje y cuáles solo distraen la atención.
6. Mantente conectado en el camino a la escuela
Si tu hijo está empezando a ir solo a la escuela, es un gran paso para ambos. Con las Geo-vallas de Ohana, recibirás una alerta cuando tu hijo llegue o salga de un lugar elegido, como la escuela o el hogar.
Tu hijo también recibirá notificaciones, para que puedan estar tranquilos sabiendo que sabes dónde están. Es una forma sencilla de darles independencia manteniendo a ambos lados conectados.
7. Conoce la tecnología escolar
Desde portales de tareas hasta grupos de chat de clase, las escuelas ahora dependen de herramientas digitales. Si tu hijo tiene un dispositivo proporcionado por la escuela, tómate el tiempo para ver qué está instalado, qué está permitido y qué ajustes puedes gestionar. Conocer lo básico hace más fácil apoyar su aprendizaje y detectar problemas temprano.
Y cuando estés familiarizado con las aplicaciones que tu hijo realmente necesita para la escuela, será más difícil que "Necesito mi teléfono para hacer la tarea" se convierta en una excusa para colar tiempo extra frente a la pantalla.
8. Los fines de semana se flexibilizan, no se rompen
Las reglas que son demasiado rígidas a menudo tienen efectos contraproducentes. Es como hacer una dieta estricta: si se siente imposible, los niños se resistirán con más fuerza. Un poco de flexibilidad hace que las rutinas sean más fáciles de seguir.
Los viernes y sábados pueden ser más relajados con un poco más de tiempo frente a la pantalla, pero mantener las noches de los domingos más tranquilas ayuda a que el lunes comience sin problemas. Los límites funcionan mejor cuando los niños ven que hay espacio tanto para las reglas como para las excepciones.
9. Modelar el comportamiento
Destacamos esto a menudo porque realmente es muy importante: los niños copian lo que ven más que lo que escuchan. Si los padres se desplazan durante la cena o mantienen los teléfonos en la mesita de noche, los niños aprenden que eso es aceptable. Establecer tus propios límites - dejar los teléfonos de lado en las comidas, cargar los dispositivos fuera de los dormitorios - hace que el equilibrio sea una práctica compartida, no solo una regla para los niños.
El regreso a clases siempre se siente como un cambio, pero también es una oportunidad. Rutinas claras y hábitos constantes hacen que los niños se sientan seguros, y hacen que la vida diaria sea más fluida para todos. No necesitas perfección; lo que importa es la consistencia. Con tu guía, los niños encontrarán su ritmo de nuevo más rápido de lo que piensas.